Intimista: LA LLUVIA, LA CALLE, LA MOTO...
El sonido implacable de aquella única gota que golpeaba rítmicamente sobre el acero oxidado acompasaba mis pasos sirviendo de metrónomo. -Cada cosa tiene su ritmo- pensé, y en cuestión de segundo mi mente estaba llena de melodías profusas, pensamientos inmediatos que se solapaban uno tras otro entre la lluvia, el metrónomo, el caminar a ningún...